No sé de qué va tu negocio porque, en realidad, no necesito saberlo
Sé que, sea cual sea, para tomar buenas decisiones, necesitas tener claridad.
Y esa claridad te la da una foto completa de tus métricas.
Déjame que te haga una pregunta:
¿Para qué extraes la información de las herramientas que utilizas si después no la tienes toda recopilada, no eres capaz de interpretarla correctamente, la tienes desperdigada o no eres capaz de entender qué está ocurriendo en el 100% de tu negocio?
Mi nieta es un tía muy inteligente ¿qué te va a decir su abuela? (Que sí, que sí… ¡Que soy abuela!)
Pero no lo digo por decir. Lo digo porque tiene una capacidad de negociación que le da sopas con ajo al más “pintao”.
Como le pasa a la mayoría de los niños, le encanta jugar tirando por el suelo un montón de muñecos, animales, piezas de lego, frutas variopintas, cuentos y lápices de colores…
Si tienes cualquier crío cerca sabrás de qué hablo, ¿no?
Tienes que caminar con cuidado para no cargarte de un pisotón a la Ana de Frozen o a un capibara (para despistados de la clase, es un roedor gigante originario de Sudamérica)…
Peeeero…
No le gusta recoger.
En eso, no es distinta al 99,99% de los enanos.
Un día (tenía entonces algo menos de los 3 años), negociaba con su madre…
M: Tienes que recoger, que es hora de cenar.
N: ¡¡¡Noooo!!!…
M: Ya sabes que si lo tiras todo por los suelos, luego te toca recoger. Ya te he dicho muchas veces, que te costaría menos si no sacaras todos los juguetes a la vez…
N: ¡¡¡Pero yo no quiero recoger!!!…
M: Lo siento. Ya sabes que ahora, es lo que te toca hacer.
N: ¿Podemos negociar?
(Si, si… En esos términos… La criaturita apunta maneras…)
M: ¿Cómo quieres que negociemos?
N: Podemos hacer dos cosas
M: ¿Qué dos cosas?
N: O recoges tú, o yo no te ayudo.
M: Mmmmm… Me parece que no me convencen estas opciones que me das…
N: ¡Claro! ¡¡¡Porque tú sales perdiendo en los dos casos!!!
¡¡¡Toma ya!!!
¡¡¡Brutal!!!
Brutal lo que es capaz de hacer el coco de alguien, por jovencísimo que sea, por saltarse una obligación con la que no quiere cumplir…
Pero vamos a ver…
Es que eso nos pasa a todos.
¿O me vas a decir que tú no procrastinas?
Si es así, ¡felicidades!, eres un rara avis y mereces todo mi respeto.
Pero todos sabemos que la mayoría de los habitantes del planeta, hacemos encaje de bolillos para posponer aquello que no nos mola hacer o para evitar aquello que nos da pereza.
Pero, ¿qué pasa cuando tenemos un negocio y no podemos pasar de él?
Necesitamos tomar decisiones…
Y necesitamos que éstas sean acertadas, para que no se vaya todo a tomar viento…
Sabemos que para tomar decisiones acertadas, antes tenemos que saber en qué situación estamos…
¿Y cómo sabemos dónde estamos?
Haciendo eso que tanto palo nos da…
… y que, a lo mejor, dejamos para más tarde porque…
… porque atender a nuestros clientes es prioritario…
… porque tenemos que preparar ese vídeo para YouTube…
… porque antes vamos a ver …
… porque…
¿Y para cuándo dejamos el análisis?
…
…
…
Te voy a decir algo.
Yo soy un bicho raro, soy una friki del Excel ¡Me encanta!
Me gusta tanto que recibí el mote de “Excelencia”, por parte de mis compañeros de trabajo, en 2002. Un mote que me ha seguido acompañando desde entonces.
Me gusta tanto que he aprendido, a base de darme de bruces y volver a intentarlo una y otra vez, a lo largo de muchos años de carrera profesional.
- He hecho optimizaciones que han supuesto ahorros de varias horas de trabajo diarias.
- He detectado y evitado errores (muy graves, por cierto), en el pago excesivo de comisiones a los vendedores, que suponían pérdidas importantes que nadie había detectado antes…
- He creado bases de datos, que funcionaba de como un reloj suizo (tic, tac, tic, tac), para una empresa que utilizaba sistemas de la época de los Picapiedra.
Una empresa para la que, encontrar un datos de un producto, implicaba estar media mañana haciendo algo muy parecido a escarbar en el cajón de los calcetines…
Te podría contar mil historias sobre lo que he llegado a hacer con Excel, pero sé que a ti esto te importa bien poco.
Lo que es posible que te importe algo más, es lo que tú puedes conseguir teniendo unos libros de Excel bien optimizados.
Libros de Excel programados, que te ayuden con ese trabajo tan engorroso y que tanto se te atasca o que tanta pereza te da hacer
Ahorrarás tiempo.
Haremos automatizaciones con las que importaremos los datos que necesites analizar, sólo trasladando el documento que contenga esos datos a una carpeta de tu ordenador.
Excel hará el resto.
Ahorrarás dinero.
Mejorarás tus resultados y tomarás mejores decisiones en tu negocio porque tendrás mucho más claras todas tus métricas.
¿Cómo vas a saber si volver a invertir en publicidad, si no tienes muy claro cómo fueron las últimas campañas?.
No dependerás de herramientas externas.
Cada herramienta que utilizas te devuelve sus métricas en el formato que le da la gana. Combinar todas esas métricas, te dará mucha más claridad para ver en qué estado está tu negocio.
Lo tendrás todo centralizado en un único documento.
Tendrás a tu alcance toda la información que necesitas.
Podrás segmentar por los periodos que te interesen, compararlos y saber con un golpe de vista si la curva sube o hay que meterle más caña.
No perderás datos en caso que cambies de herramientas…
… o que tengas diferentes cuentas en la misma.
Vamos a aprovechar que Excel puede con todo y le haremos unificar los datos de las diferentes cuentas y las diferentes herramientas sin perder nada por el camino.
Aunarás todos tus datos…
… a pesar de que las diferentes herramientas de entrada no se hablen entre ellas.
Ya te he dicho que Excel puede con todo ¿no?, sólo hay que saber decirle qué datos tiene que importar y cuáles debe descartar.
Podrás tener una estrategia bien definida para tu negocio en cada momento.
Pondremos en el mismo documento los gastos en publicidad, el retorno que te ha dado y los productos que has vendido y veremos cuál ha sido el ROAS que has tenido…
… con apenas un par de clics de ratón.
Y además…
Podrás tener un mayor control de tu disponibilidad.
Si te surge un nuevo proyecto, tendrás mucho más claro qué días estás disponible y si vas a tener tiempo para dedicarle a ese nuevo trabajo que te acaban de ofrecer, que te supondría ese ingreso tan goloso.
Podrás tener un mejor control de tus ingresos.
¿Cobras a 30, 60, 90 días? ¿Cobras una parte al inicio y el resto al terminar? Saber cuánto vas a ingresar día a día, te ayudará a tener mayor control y podrás organizar mejor tus gastos, tus fantásticas obligaciones con papá Estado, tus inversiones en publicidad, SEO, copy…
Podrás tener un programa de facturación 100% personalizado…
… de manera que cada vez que ingreses una nueva factura, se generen todos los campos de forma automática. Olvídate de mirar cuál era el último número de factura que emitiste, los datos de ese cliente al que facturas asiduamente, los precios que marcaste para cada producto o servicio, etc…
Podrás tener un mejor control sobre tus impuestos.
Cada vez que te toque hacer la declaración del IVA, sabrás de antemano de qué mal vas a morir.
Tener todo tu negocio bajo control no solo te dará toda la información y la claridad que necesitas.
Te dará la tranquilidad de saber que estás en el buen camino y, en caso de no ser así, la fortaleza para tomar decisiones que no estén basadas en percepciones, sino que están basadas en realidades.
Esa seguridad te la pueden dar, sin lugar a dudas, unos libros de Excel programados y optimizados.
Unos libros que se conecten entre sí, que hablen entre ellos y que te ahorren un montón de horas de trabajo.
Horas que puedes utilizar para seguir dándole caña a tu crecimiento.
¿Alguna de estas dudas te corroe la cabeza?
La gracia de tener libros de Excel bien programados, es que no necesitas tener una buena relación con la herramienta.
Sólo tienes que seguir unos pasos muy sencillitos (que yo te enseñaré a hacer), porque Excel lo hace todo.
¿Te he dicho ya que, a veces, con sólo trasladar un documento a una carpeta se consiguen importar los datos de este documento a tu cuadro de mandos?
Y si te pierdes, cosa que me parece difícil pero nunca se sabe, siempre podremos seguir trabajando juntos hasta que usar tus libros de Excel te resulte tan fácil como desenvolver un caramelo.
Pues sí. Tienes razón.
La única diferencia es que son programas enormes que no están hechos a tu medida.
Y la mayoría tienen una curva de aprendizaje nada despreciable.
Además, suelen ser muy caros porque contemplan un montón de funcionalidades que jamás vas a utilizar y que aun así, pagarás. Y suelen tener un pago recurrente mientras que Excel ya lo tienes.
Y, a la larga, acabarás dependiendo de ellos porque estás trabajando con sus sistemas, en lugar de trabajar con Excel, una herramienta universal que, además, siempre te permitirá exportar a otras similares como Google Sheets, Open Office o Libre Office, por ejemplo.
Si tu asistente virtual domina Excel, ¡genial! no me necesitas.
Pero si no lo domina…
¿Cuántas horas dedica a esto cada vez que se pone con ello? ¿No preferirías que pudiera dedicar más tiempo a ayudarte con tu crecimiento? ¿O a atender a tus clientes? ¿O a arreglar esos “pollos” que, inevitablemente, siempre surgen? ¿O a… (pon aquí aquello que siempre piensas que no le da tiempo a hacer y que te encantaría que hiciera)?
Yo he estado trabajando hasta hace bien poco con Office 2016 sin ningún problema, así que…
Y si tienes una versión más antigua, puedes adquirir una licencia de Office 365 por menos de 10€ al mes.
No es una gran inversión ¿verdad?
Tienes razón.
Seguro que encontrarás por internet a pipiolos, auténticos fieras de la informática, en quienes vas a confiar más, con quienes tendrás más feeling y que te van a hacer un trabajo fantástico.
No lo dudes.
Cualquiera de ellos va a ser una mejor opción para ti.
Si quieres ver un ejemplo muy sencillito, pero realmente potente, de lo que puedes conseguir ya sabes que tienes que hacer, ¿no?
No sufras, si después no te interesa lo que explico, darte de baja te será más fácil de lo que te ha costado darte de alta.